Puentes para sanar nuestras democracias: Estrategias para que la ciudadanía ocupe y habite la política
En Colombia, hablar de democracia supone enfrentarse a una crisis de confianza, gobernabilidad y representación en la política electoral y las instituciones. Supone encontrarse con una realidad de violencia sistemática, fuegos cruzados y estereotipos ideológicos que han hecho de la historia colombiana una historia difícil de asimilar. Preguntarle a las personas del común si confían en la política o en personajes políticos, es recibir comentarios como «da igual quién quede, todos van a robar», «están cortados con la misma tijera» y «¿para qué voy a votar si ninguno de esos me representa?»
Según el estudio Trust Barometer de Edelman, el gobierno es la institución en la que menos confían los y las colombianas, y encuentran que «los líderes no son confiables para hacer lo correcto», al contrario son sospechosos de mentir y desinformar, principalmente cuando se trata de líderes políticos y empresarios.
Pero, ¿Por qué? ¿Dónde está el poder político Colombiano que la ciudadanía siente tanta desconfianza? En el Extituto de Política Abierta, una organización que trabaja por el fortalecimiento de liderazgos y procesos colectivos para que puedan incidir, ocupar y habitar la política hacemos la siguiente reflexión: La ciudadanía no se siente representada porque en el poder no está la ciudadanía, no están las mujeres, no están las personas LGBTIQ++, no están las personas negras, afro, raizales, palenqueras, no están las comunidades indígenas y campesinas, no están las personas en situación de discapacidad, no están las y los jóvenes y no están las víctimas del conflicto armado. No están y tampoco se habla de lo que estas personas necesitan y les interesa.
En un país en el que la política no está ocupada por quiénes históricamente han sido «ninguneados»; en el que barreras sociales, políticas, económicas y de violencia no permiten que la voz de las personas llegue con fuerza a los espacios de toma de decisión y que al contrarío calla a liderazgos sociales, son 1270 líderes y lideresas asesinadas a 5 años de la firma del Acuerdo de Paz. ¿Entonces cómo pueden los y las colombianas sentirse representadas?
Fortalecer liderazgos y procesos colectivos es nuestra apuesta, fortalecer a quiénes quieren ocupar la política y a su vez buscar que quiénes han trabajado históricamente por los territorios se sigan juntando para llevar sus agendas a espacios de toma de decisión. Así nace Ocupar La Política.
¿Qué buscamos con Ocupar La Política?
El objetivo que nos proponemos es enfrentar la crisis de representatividad a través de la transformación de las dinámicas tradicionales de la política electoral, lo logramos a partir de dos elementos esenciales. El primero, el fortalecimiento de liderazgos emergentes para que nuevas personas lleguen a los lugares de toma de decisiones. Para las últimas elecciones legislativas acompañamos los procesos de campaña de 81 candidaturas a la Cámara de Reprenstantes; lo hicimos a través de mentorías personalizadas y talleres colectivos para fortalecer estrategias de campaña y comunicación política.
En el proceso participaron 81 candidaturas de 17 departamentos y 6 Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz, de las cuales, el pasado 13 de marzo resultaron electas 21. Entre ellas, 8 mujeres, una indígena, 4 personas LGBTIQ+, 3 jóvenes menores de 28 años y 2 víctimas del conflicto armado. Estas personas son una muestra de la histórica renovación del Congreso de la República, y con ellas asumimos el reto de trabajar por el cumplimiento del deber legislativo de una manera más transparente y participativa.
El segundo elemento esencial de Ocupar la Política es la co-construcción de agendas ciudadanas para que nuevas ideas y propuestas lleguen a los escenarios de debate. Creemos que el sentimiento de desconexión entre representantes y representadas no solo responde a la calidad de las primeras, sino a la de los debates que se dan, o a la ausencia de los mismos en torno a temas relevantes para la sociedad civil. Por esta razón consideramos fundamental que en los procesos electorales la ciudadanía asuma una agencia activa de crear y proponer ideas para dialogar con quienes asumen las candidaturas; para que, sin importar qué personas resulten electas, las demandas ciudadanas sean escuchadas y llevadas a la discusión pública.
En la última versión de Ocupar la Política trabajamos con más de 70 organizaciones de la sociedad civil para construir y presentar a las candidaturas propuestas alrededor de seis agendas priorizadas por la misma ciudadanía: medio ambiente, género, construcción de paz, discapacidad, derechos humanos y juventud. Con las organizaciones llevamos un proceso de acompañamiento a través del cual generamos redes, fortalecemos habilidades y facilitamos espacios de diálogo. En todos los territorios donde hubo presencia del proyecto tuvimos encuentros con organizaciones con experiencias semejantes para que construyeran vínculos que les permitieran dar mayor alcance a su trabajo. Paralelamente, con el apoyo de personas expertas en temas legislativos, se hizo una transferencia de herramientas que les permitió conocer mejor cómo presentar y movilizar sus propuestas en el contexto legislativo. Finalmente, facilitamos diez espacios de diálogo en los cuales la ciudadanía presentó a las candidaturas las propuestas co-construidas y en torno a ellas se dialogó y se asumieron compromisos de vincular esas ideas a sus campañas.
Pasadas las elecciones y posesionado el nuevo Congreso de la República, nos enfrentamos al gran reto de materializar efectivamente las propuestas y las ideas de la ciudadanía en los debates de la Cámara de Representantes. Teniendo en cuenta que los espacios de diálogo se dieron en el marco de la campaña, y que la conversación en torno a las ideas ciudadanas se queda en propuestas, se hace sumamente relevante el papel de una ciudadanía activa que acompañe permanentemente el tránsito de esas ideas y propuestas a proyectos de ley.
Este año llegaron 21 candidaturas participantes de Ocupar la Política a la Cámara de Representantes, y si bien el llamado infaltable a las organizaciones participantes y a la ciudadanía en general es a hacer veeduría y vigilar que las y los representantes cumplan; hoy nos atrevemos a extender una invitación adicional. Representantes y representadas debemos trabajar conjuntamente para aportar y construir colectivamente las leyes que necesitamos, partiendo de las ideas que compartimos en la campaña. Desde Extituto vamos a seguir trabajando para incrementar y mejorar la calidad del proceso de incidencia política efectiva en la Cámara de Representantes y esperamos poder contar con la colaboración de varias y diversas personas.
Las experiencias vividas en el marco de un programa como Ocupar la Política reafirman la necesidad de que existan plataformas políticas para transformar, renovar y sanar nuestras democracias. Estos proyectos sirven como puentes para fortalecer y acercar a la ciudadanía a esos lugares de poder que veíamos inalcanzables y poder habitar la política.
Hoy Extituto de Política Abierta, una de las organizaciones detrás del proceso de “Ocupar La Política” hace parte del Consorcio Internacional de Localidades en Acción (CILA) y buscan continuar fortaleciendo procesos de ocupación política en Colombia y América Latina. Conoce más dando clic aquí.
Escrito por:
Adelaida Roa Roa: Mujer feminista en construcción, deconstrucción, cuestionamiento y aprendizaje constantes. Estudió derecho y una especialización en derecho constitucional. Trabajó como investigadora en el Observatorio de Restitución y Regulación de los Derechos de Propiedad Agraria de la Universidad del Rosario, como asistente legislativa en la Cámara de Representantes y ahora como Coordinadora de Proyectos en el Extituto de Política Abierta.
Andrea Cervera Robles: Comunicadora Social – Periodista. Feminista, escritora, fotógrafa, investigadora y creadora de contenidos digitales. Actualmente es coordinadora de comunicaciones del Extituto de Política Abierta. Ha co-escrito los libros «Democracia en 3 actos» (2020) y «Ciudadanía permanente para la incidencia política (2021) y es fotógrafa del álbum «Retratos de una ciudadanía permanente» (2022)
Este artículo fue previamente publicado en Animal Político el 24 de agosto de 2022.