Tecnología cívica para la transversalización del enfoque de género
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El pasado mes de marzo se radicaron en el Senado de la República 13.985 firmas con el propósito de declarar una emergencia nacional por el aumento de los feminicidios y otras violencias contra las mujeres. De acuerdo con el Observatorio de Feminicidios en Colombia 619 mujeres fueron asesinadas y en este año 2023 se han registrado 35 casos [1]. Aunque las violencias contra las mujeres escalan cada vez más, el panorama para la comunidad LGBTIQ+ ya que según Caribe Afirmativo, en el 2022, el 62% de los casos de homicidio y feminicidio reportados en Colombia corresponden a hombres gais y personas con experiencias de vida trans.
Los altos índices de violencia contra las mujeres y la población LGBTIQ+ en el país son alarmantes, sin duda es uno de los múltiples retos que debe atender el nuevo Gobierno. Recordemos que Gustavo Petro se comprometió durante su campaña con la agenda de las mujeres y la equidad de género. Algunos medios han hablado de una ruptura de Petro con la agenda de las feministas y la equidad de género por varias denuncias de acoso sexual a candidatos de Colombia Humana (movimiento político de Gustavo Petro) y funcionarios nombrados en altos cargos, y el retraso de los avances institucionales que viabilizan la agenda de género como la creación del Ministerio de la Igualdad; sin embargo se hace necesario complejizar este reto que tiene la Presidencia y toda la institucionalidad de nuestro país.
El reto inmediato que enfrenta la administración Petro es la de priorizar y atender las demandas de las mujeres y las personas LGBTIQ+ para que tengan garantías a la vida, a la salud, a la vivienda, al trabajo, a la educación, necesidades básicas que constituyen la vida digna. Sin embargo, el reto también pasa por la necesidad de tener una institucionalidad que emplee el enfoque de género de manera permanente en cada una de sus acciones. La necesidad de transversalizar el enfoque de género en la política pública, en la legislación, en los debates, en la atención a la ciudadanía y en cada acción por parte de las instituciones de nuestro país es una necesidad inminente para poder garantizar la sostenibilidad de las reformas que requiere nuestro sistema. Este llamado urgente a la transformación institucional pasa por los cambios en estructura y a su vez en un nuevo modelo mental para comprender y por tanto entender cómo transversalizar el enfoque de género en acciones institucionales.
Hace un par de años, en Extituto junto a otras organizaciones, nos preguntamos: cómo lograr que el enfoque de género se transversalice en estos escenarios, concebimos esencial iniciar con aquellos que tienen por mandato popular la obligación de velar por nuestros intereses y recursos, a través del control político, aquellos que tiene en sus manos la aprobación de las importantes reformas y planes para el país y que además están en capacidad de legislar. Así construimos un primer piloto de un toolkit de género, que inició en el Concejo de Bogotá, que para quienes no saben de cómo opera nuestra política, es como “el congreso chiquito de la ciudad capital”. Esa primera versión (que era enfoque mujer únicamente) nos dio luces sobre cómo escalar una caja de herramientas diseñada para políticos y sus equipos con el propósito de que el enfoque de género esté incluido en sus acciones políticas de manera transversal.
El resultado del trabajo colectivo con el Netherlands Institute for Multiparty Democracy (NIMD) en Colombia, la Secretaría Distrital de la Mujer, ONU Mujeres Colombia, Caribe Afirmativo y Temblores dio como resultado GÉNERO toolkit para la transversalización una plataforma que permite a congresistas y concejales acercarse al enfoque de género de una manera rápida y aplicada a un caso particular. El objetivo de GÉNERO es que los equipos de trabajo de congresistas y concejales puedan verificar si su proyecto de ley o acuerdo normativo está incorporando adecuadamente el enfoque de género, con este cambio se incluyó a la población LGBTIQ+ en el proceso de diseño. La herramienta consta de cuatro pasos y se recomienda diligenciarla en el equipo de trabajo, al final de hacer el test les indica qué está pendiente por incluir y una recomendación de cómo hacerlo, además de sugerir recursos que faciliten la incorporación del enfoque.
El pasado mes de febrero estuvimos socializando nuestra herramienta en la Cámara de Representantes, las reflexiones y el interés por parte de los equipos de congresistas, indican que es un instrumento que más que responder preguntas, genera nuevas y permite “caer en la cuenta” de lo que antes no era posible. ¡Vamos por un buen camino! Esta herramienta es un aporte para fortalecer el cambio institucional, esperamos ampliar su alcance, fortalecer su implementación y aliarnos con más organizaciones que nutran este ejercicio. Son muchas las maneras en las que la tecnología y la innovación como mecanismo para facilitar procesos y el trabajo colectivo entre institucionalidad y la sociedad civil pueden contribuir a los retos del país que hoy está en emergencia.
Por Daniela Mendez y Maria Alejandra Victorino, parte del equipo de Extituto de Política Abierta.